¿Qué tipos de enfermedades periodontales existen?

La enfermedad periodontal se puede clasificar en dos patologías principales:

Gingivitis
Es la primera fase de la enfermedad. En esta fase se produce solamente un daño reversible en las encías, que se inflaman y pueden llegar a sangrar al cepillado o al roce. Se produce un acúmulo de placa bacteriana y sarro que agudizan la inflamación y si no se trata a tiempo puede evolucionar en una periodontitis.

Periodontitis
Es la segunda fase de la enfermedad. En ocasiones se produce de manera aguda pero lo normal es que surja como una forma crónica de una gingivitis no tratada. En esta fase aparecen la movilidad dental, el sangrado espontáneo, dolor, supuración, hipersensibilidad y pérdida de piezas dentales en función de la severidad y el grado de evolución.

Es un proceso irreversible pero se puede tratar y mantener para detener la enfermedad y que esta no evolucione y empeore, pero el hueso y la encía que ya se ha perdido no se puede volver a recuperar.

¿Qué causa la enfermedad periodontal?

La enfermedad periodontal es una enfermedad inflamatoria e infecciosa causada por varios factores, muchos de ellos desconocidos, pero cotidianos.

Entre los principales factores se encuentran:
• El tabaco
• Higiene dental deficiente
• Enfermedades sistémicas como la Diabetes
• Factores hormonales
• El estrés
• Algunos fármacos
• La genética (antecedentes familiares)

Prevención

La mejor manera de mantener un estado de salud oral de las encías y los tejidos que soportan al diente y prevenir la enfermedad periodontal es mantener unos hábitos de higiene oral óptimos y a su vez complementarlos con hábitos de vida y alimentación
saludable.

El cepillado de dientes 3 después de las comidas, la alimentación variada y saludable y sobretodo la eliminación del tabaco y el estrés mantienen las encías sanas y fuertes.

Se recomienda realizar las limpiezas de boca en consulta dental que paute el dentista, generalmente con una limpieza anual suele ser suficiente.

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Tratamiento

Lo primero que hay que hacer es eliminar los factores que producen la enfermedad (tabaco, estrés, falta de higiene, descontrol en algunas enfermedades…etc.).

Como la enfermedad se asocia a sarro y bacterias de debe realizar una remoción del sarro en la consulta dental.

En los casos mas leves como la gingivitis, se realiza una limpieza de boca mediante ultrasonidos, una técnica no invasiva que no daña el esmalte dental y que no requiere de anestesia.

En los casos de mayor gravedad donde se ha instaurado una periodontitis se debe realizar un estudio previo y sondaje de las encías para valorar el grado de severidad y poder tratar según corresponde.

En función de los resultados del estudio puede ser necesario realizar alguno de los siguientes tratamientos

• Curetajes
Consiste en la limpieza del sarro subgingival y el raspado y alisado radicular de la superficie de la raíz contaminada para evitar que se vuelva a contaminar (recordamos que es una enfermedad donde las bacterias juegan un papel muy importante).
Esta técnicas se realiza por cuadrantes, realizados en un par de sesiones
habitualmente, y bajo anestesia local.
• Cirugía periodontal
Hay ocasiones en las que no es posible acceder a través de la encía a la limpieza de las bolsas periodontales porque es estado es mas grave. En estos casos se requiere la realización de una cirugía de las encías para poder acceder directamente a las raíces de los dientes. No suele ser lo mas frecuente y la mayoría de casos se solucionan con los curetajes
• Acciones complementarias
Muchas veces se requiere pautar algún tipo de antibióterapia específica para las bacterias presentes en las encías. En otras ocasiones se pueden realizar técnicas complementarias como tratamientos con ozono (la mayoría de las bacterias no pueden vivir en presencia del oxígeno).

Diagnóstico

Es muy importante conocer e identificar los signos y síntomas que aparecen en las fases iniciales de la enfermedad periodontal. Si estos signos clínicos son evidentes lo primero que debemos hacer es acudir a nuestro dentista.

El primer paso en la clínica dental es realizar una historia clínica y una anamnesis completa, en la que es importante reflejar los datos relevantes como los hábitos del paciente (tabaquismo, alimentación, higiene, estrés…etc.) así como antecedentes familiares y personales de la enfermedad.

El paso siguiente consiste en realizar un minucioso estudio periodontal para poder conocer el grado en el que estamos de la enfermedad y tener una referencia para poder comprobar en un futuro después del tratamiento si la evolución está siendo positiva o negativa de un modo objetivo y cuantificable.

Estudio

El estudio periodontal se basa en una prueba fundamental, el periodontograma, y puede requerir otras pruebas complementarias como pueden ser una serie de radiografías periapicales de distintas zonas de la boca, estudios bacteriológicos de las lesiones de la encía, fotografías…etc.

Este estudio no es invasivo ni es doloroso y no requiere de anestesia ni sedación previa.

Este estudio nos permite conocer el estado real de la boca del paciente y su estadio clínico en el momento en el que se realiza la prueba y nos permite realizar un análisis objetivo, mesurable, cuantitativo, que a su vez nos permite comparar la evolución del tratamiento.

¿Qué es el periodontograma?

El periodontograma es un análisis del estado del periodonto que se refleja en una gráfica de una simulación de los dientes y su encía y hueso alveolar.

Entre otras cosas, en el periodontograma se pueden valorar los siguientes aspectos:

• Profundidad de sondaje y pérdida de inserción
Nos permite medir en milímetros la cantidad de hueso perdido con respecto a su posición normal de salud, que está en torno a 1 mm. Por regla general consideramos valores negativos las profundidades de sondaje
mayores a 3 mm.

• Recesión
Representa la retracción de las encías, también en milímetros. Lo normal es que las encías coincidan con el cuello anatómico del diente y que no se vea la raíz de los mismos.

• Placa bacteriana
Nos indica en qué caras del diente hay presente placa bacteriana o cálculos de sarro. En la boca no debe haber sarro.

• Sangrado
Nos permite conocer si las encías sangran con un tacto ligero, mucho menor que el que se produce cuando nos cepillamos los dientes. En ningún caso las encías deben sangrar, es un signo de alarma ante el que debemos acudir al dentista.

• Supuración
La supuración de las encías nos indica que estamos ante un caso grave ya que hay infección presente.

• Movilidad
Es un signo grave. Los dientes no se mueven en salud, salvo en situaciones muy excepcionales (por ejemplo temporalmente en algunas fases de un tratamiento de ortodoncia).
Clasificamos la movilidad en grados siendo el grado I el mas leve y el grado III el grado mas severo.

• Furcación
Los molares y los premolares son dientes que tienen mas de 1 raiz y la zona situada entre medias de las raíces se conoce clínicamente como furca. La furca es una zona especialmente delicada y siempre tiene que estar oculta bajo el hueso alveolar. Si el sarro se acumula debajo de la furca estamos ante una situación muy avanzada. Clasificamos la furcación en grados siendo el grado I el mas leve y el grado III es mas severo.

Con todos estos datos se obtiene un resultado numérico del 0 al 5 que nos indican tanto la situación de nuestras encías como el pronóstico de la enfermedad y nuestros dientes.

¿Qué resultados se obtienen del periodontograma?

Los resultados obtenidos pueden ser los siguientes

• Grado 0
Encías saludables.

• Grado 1
Leves alteraciones de encía, compatible con un estado temporal de gingivitis.
Buen pronóstico.

• Grado 2
Periodontitis aguda que puede ser generalizada o localizada en ciertos sectores. Con tratamiento tiene muy buen pronóstico.

• Grado 3 y 4
Estadíos avanzados de enfermedad periodontal. Mal pronostico. Con tratamiento se puede controlar la enfermedad. Requiere mucho compromiso y participación por parte del paciente.

• Grado 5
Peligro. Situación de enfermedad periodontal muy avanzada. Riesgo real de perder dientes inmediatamente. En ocasiones es necesario exodonciar algunos dientes en el tratamiento periodontal para mantener la integridad del resto de la boca y los otros dientes y poder realizar un tratamiento integral.

¿Qué tengo que hacer después del tratamiento periodontontal?

La enfermedad periodontal es una enfermedad crónica y bacteriana con un alto porcentaje de componentes externos y propios del paciente. Puede incluso existir enfermedad periodontal sin que queden dientes en boca.

Como enfermedad crónica que es, es importante conocer y hacer hincapié en la necesidad de la participación del paciente y en los cambios de hábitos para poder manejarla, de otro modo todo tratamiento no sirve de nada.

El dentista realizará durante el primer año y hasta controlar la enfermedad (estabilizarla) diversos controles clínicos obligatorios en los que se realizaran nuevas pruebas de control, limpiezas de boca o pequeños curetajes en las zonas que sean necesarias a modo de repaso o recuerdo. Estas revisiones las pautará el dentista de manera totalmente individualizada y personalizada en cada paciente.

Una vez que la enfermedad periodontal esté controlada, las revisiones es espaciarán mas en el tiempo llegando a ser las mismas que las que se realizan en pacientes con una salud de encías normal (generalmente cada 6 o 12 meses).

El objetivo del tratamiento periodontal es no volver a realizar curetajes o cirugías y poder controlar la enfermedad mediante la educación para la salud, la prevención y la limpieza de boca dental en los periodos clínicos habituales para todos los pacientes.